No dejáis de coronar la nada y buscáis títulos donde las copas os lleven,
donde el último sorbo os coja de la mano y os muestre su lecho descontrol.
La fama, oportunismo y sonrisas abiertas en nuevas graduaciones,
cuando vuestra cabeza no da más de un cero y a veces regala comas.
No me cercioro, sino afirmo que vuestro amor es falso,
pero ahora os centráis más en limpiaros el polvo de la nariz y caéis en relaciones florales,
en un mundo siempre de primavera.
Saltando de capullo en capullo y porqué no algunas terminaciones en 'a'.
Usando bordillos de acera para tropezaros, porque no creo que jugar a los desniveles sea vuestro propósito.
Y en uno de esos fallecimientos de neuronas, encontréis una colilla luchando por subsistir,
para dejarse morir en vuestros labios y quitaros, a vosotros también, un poco más la vida.
Ha caído vuestro mito y mi hambre por vosotros. Esto me ha llevado a días en ayunas enlazados con noches. Porque no deseo mentes químicas y ojeras donde el maquillaje queda en paro. Donde resacas sacan lo peor de vosotros y es tarde para rectificar.
Bolsillos con restos de azúcar y vasos de mosto.
Salís de casa como niños y amenacéis limpiándoos el culo con la corbata.
Podría haber sido una más y algunos amaneceres me han traicionado, pero no paso de levaduras fermentadas y brindis de shots.
Ahí os dejo morir, pero no temáis,no estáis solos.
Mirad vuestros bolsillos.
Observad vuestra nueva amistad del día,
quizás mañana muerta,
posiblemente tú.