Una última luz se cierne y poco a poco se mitiga sobre mi lecho, ojos, iris, pupilas.
Comienzan los colores en la nada, caminan juntos con mi neurona del sueño y los seres más estrambóticos inimaginables (cuya palabra debería prohibirse) empiezan a resurgir.
Pequeños impulsos nerviosos quieren advertir al cuerpo del comienzo de la función.No hay aplausos. Solo una gran admiración y público a gusto del pensante.
La razón y conciencia quieren entrar al juego, solo pequeños amagos logran introducirse, pero hoy Peter Pan, mañana quizás...un unicornio sonríen y niegan.
Se que estuve allí, que palpé, sentí y viví un soñé. Pero ahora que despierto elimino el 'viví' y conforme termine este relato solo queda un 'olvidaré'.
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