Estuve observando cómo te muerdes el labio superior y pude ver como se va cerrando la pequeña cavidad que habías dejado para mi imaginación.Por momentos deseé que descontrolaras tu juego, que sangraras.
Que el jugo de tu proposición llegara al suelo y no me tuvieras a tus pies. Un tic en el ojo izquierdo te hiciese perder ese encanto que intento quitarte con estas palabras mentales a las que deseo emborrachar de Martinis de azúcar y la noche me pegue un par de ostias y llegue el invierno de una puta vez.
Que me estoy sofocando y aún no me has tocado,pero yo ya he saboreado la pared contra la que me acorralarás y las puertas se están riendo de mí, de que necesito clases de logopedia para volver a hablar después de sentir tu lengua y que tu jugo recorre ya cada una de mis palabras. Ellas me ahogan y en verdad no podría tener una muerte mejor.
Que hoy me siento un poco animal y si no siento dos bofetadas pensaré que esto es real y en verdad quiero permanecer en mis sueños para esconderme detrás de alguna neurona despistada, autista quizás e imaginarme otros cuentos para despertar en otros finales quizás con un zapato menos y a un minuto de la media noche. Con una zorra vestida de abuelita, porque no hay otra palabra que te describa y meterte de una patada a una patera destino nunca jamás...entonces despertaré y quemaré la colección de Disney y sus mensajes subliminales sobre los que se ha forjado mi infancia preparándome para este momento.
Si, suena excitante...