He aquí el trípode desmoronado, paríó la abuela fuera de tiempo y con razones absurdas y tan valederas como que lo éramos todo,hasta que un mal suspiro nos destruyó.
El beso de la muerte, de labios tan conocidos que se ha convertido en un fraticidio.
Ya huérfanos hemos olvidado nuestro propio ser y queremos defender una nada alimentada de risas,narices rojas y unos cuantos periodistas espontáneos.
Donde hay dos no cabe inventarse un trio o vete a saber qué. Cada momento tiene su nombre propio,irreversible, no permutable,donde todos quieren jugar con las matemáticas, alegando azar.
Las palabras son permanentes,no estamos en primaria, no somos niños,mentimos.
Buenas noches, señoras y caballeros, mañana seguirá la función.
Traigan sus peores galas: habrá barro.
