miércoles, 13 de junio de 2012

¿Quién me puso nada en el agua, que estaba pasada de algo?...

Cada azucarillo, cada miligramo de glucosa que me emborracha
en días donde el café baila con mis piernas debajo de la mesa,
donde nuestros pensamientos terminan el día,
lo comienzan y quizás
sin ir mas lejos...
donde duermen.

La miel con hierba y un poco de cielo en sueños no bastan
 cuando las diversas tonalidades de tierra retornan de buena mañana en el espejo.
Entonces, dejar la puerta del baño abierta no supone problema alguno.

Las copias de llaves parecen ser frutos de una conexión espontánea,
en una noche de chupitos de barril.

¿quién me puso nada en el agua, que estaba pasada de algo?

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