jueves, 15 de abril de 2010

“Come away with me”

Cafeteria perdida, repleta y vacía.

Un café solo,
acompañado de azucar, mucho azucar.

Tonos cálidos y perversos al unísono,
ambiente tranquilizador y pipa en labios femeninos.

Su humo revolotea entre nosotros dos.
Figuras tribales que chocan en nuestros rostros,
los absorbemos.

Al final una orquesta.

La cantante me reta con su voz,
sus cuerdas vocales desean ahogarme
y el pianista me presta sus yemas

para aporrear las teclas suavemente en mi pensamiento;
mientras,
léntamente balaceo de derecha a izquierda,
izquierda derecha y algo más de lo mismo.

Los ojos piden perderse en su interior.
Quiero salir de mi cuerpo y estar en ese escenario.
Que el micrófono sea mío,
que tú seas mío y todo lo que te rodea.

Ahora mi pie sigue el ritmo cautelosamente.
Tacón discreto pero peligroso,
perseverante en su caminar y decisivo en su objetivo.
'Come away with me',
guitarra lenta y batería entre dormida,
disfruto de este momento.

No importa nada en este momento,
nunca importó bajo este efecto somnífero
que me pierde en tu piel,
tu suave y prohibida piel.

Come away with me - Norah Jones

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